Entrevista: Gabriel Martínez Meave

¿Podrías contarnos, ¿cómo fue el camino que te llevó a la tipografía y a la caligrafía? 

No es un camino fácil. Cuando era estudiante no había el conocimiento de la tipografía y la caligrafía en las escuelas de diseño; estaba la materia de tipografía, pero lo que te enseñaban era cálculo tipográfico, era lo que se hacía antes de que hubiera computadora, y tenías que hacer el cálculo de cuántas letras iban a caber en el renglón, por  página y por todos los capítulos de un libro, por mencionar un ejemplo, para saber cuántas páginas iba a tener ese libro. La materia de tipografía era escoger una que otra fuente, en ese entonces no había muchas, no había lo que ahora llamamos diseño de letra. Lo que yo hago de tipografía hoy en día es diseño de letra, no hago composición tipográfica, que era lo que había antes, se componía con tipo de plomo o con fotocomposición, pero la gente no diseñaba letra.

Tuve la suerte de que vino a México un profesor de Suiza de la Escuela de Basilea, André Gürtier, él daba la clase de diseño de letra en Suiza a principios de los noventa. En muy pocos lugares del mundo se diseñaban letras, nada más en Holanda, en Alemania, Estados Unidos y en Inglaterra, muy poco en Francia y en Italia. Tomé clases con ese profesor que había trabajado con Adrian Frutiger, uno de los más grandes diseñadores del siglo XX; tomé el curso y me encantó, y me dije: de aquí soy. Empecé a diseñar letras y no había computadoras,  las diseñaba para mis trabajos de la escuela dibujándolas con tinta china, las copiaba en un Catálogo Mecanorma muy viejito, lo que acabó siendo muy buen entrenamiento. Antes de diseñar en computadora, dibujé muchísimas letras con tinta. Luego llegaron las Mac y un amigo tenía una, me presentó un programa que se llamaba Fontographer, era para diseño de letras, fue uno de los primeros software para el diseño de letras en computadora y me encantó, yo no tenía computadora porque eran muy caras. Iba a la casa de mi amigo, ahí jugaba y  poco a poco empecé a diseñar una fuente digital, después me enteré que había muy poca gente haciendo esto. Sin saberlo fui pionero en algo que nadie había hecho en México, desde el año 92 o 93 empecé a diseñar fuentes, siendo todavía estudiante.

Muchos años después de salir de la carrera empecé a interesarme por la caligrafía, porque pensaba que la caligrafía me iba a ayudar más a entender el diseño de letra y la tipografía. Con plumillas y con plumones empecé a practicar, también era una materia que nadie daba, no se daba en las universidades ni en las escuelas había cursos. Compré unos libros sobre caligrafía y empecé a practicar como pude, me llevó como 10 años y sigo practicando.

¿Cuál es el proceso creativo que llevas a cabo cuando empiezas a diseñar alguna fuente?

 No creo mucho en métodos ni procesos creativos, hay fuentes caligráficas que el proceso es hacer caligrafía y experimentando llega un momento que alguna forma o alguna letra te gusta y dices: ésa es una muy buena forma para diseñar  una tipografía. Con base en esa caligrafía diseñas una tipografía, ése es un método.

Otro método es dibujar la letra con regla o con mano alzada, no hacerla en caligrafía sino con dibujo y también probar y probar, hasta que alguna forma es interesante y de ahí puedes desarrollar un alfabeto, luego una fuente.

Otro método también es cuando vas en la calle y de repente ves una barda pintada con formas interesantes. Yo siempre llevo un cuaderno de bocetos, anoto la idea y a lo mejor años después de esa idea nace una fuente.

Entonces no hay un método sino varios, uno es tener bien abiertos los ojos. Me he inspirado en cosas muy diferentes, en bardas con grafitis, me he inspirado en envolturas, en ruinas en Italia, de ahí salió, por ejemplo, la fuente Integra. La inspiración la encuentras donde sea. Me encanta viajar y caminar por las ciudades, donde te encuentras ideas padrísimas. La otra es dibujar y dibujar y de repente algo prende, la forma cobra vida, la otra es escribir y escribir caligrafía.

La otra forma es cuando un cliente te encarga alguna tipografía para publicidad, para Telcel  o para un periódico; si es para un periódico necesitamos que un tipo de letra acomode un artículo con tantos golpes en tantas columnas, entonces ahí no es una cuestión de estilo, es una cuestión de ver las necesidades del cliente que requiere una fuente que se adecue a lo que él maneja, sus artículos de texto, sus columnas.

¿Qué fuente tipográfica que hayas diseñado ha marcado tu profesión como tipógrafo?

Varias, la primera es Arcana, una manuscrita personal que me costó muchísimo trabajo hacer, pero aprendí  mucho de mi oficio diseñándola; luego la empezó a distribuir Adobe Systems. Para mí fue un gran cambio, fue mi primera fuente que se difundió internacionalmente.

La fuente de la Presidencia de la República que usan Conaculta, la Secretaría de Salud, el Gobierno Federal, etcétera; la ves en muchos lados, ha sido muy importante en mi carrera porque ha tenido una difusión brutal. Yo nunca pensé que la vería en todos lados y nunca lo esperé.

Otra fuente es Darka, me encanta lo gótico y lo medieval, yo siempre quise diseñar una fuente gótica, igual y no es muy útil para el diseño, pero en México hay un gusto por lo gótico; mezclé cosas mexicanas con cosas góticas de Europa, de Francia, de Alemania y el resultado fue Darka, aunque no ha sido una fuente que se haya difundido ni distribuido tanto, para mí es muy importante porque es la que más cerca siento de mi corazón.

La última importante que he diseñado es la fuente Telcel, se está usando mucho en toda la publicidad de Telcel, ha tenido muy buena difusión y también ha sido un proyecto muy complicado y muy interesante y es el más reciente.

¿Cómo consideras que la retórica influye en la tipografía?

El tema de la retórica es muy padre pero no puedo decir que influyó en el diseño de mis fuentes, pero hay figuras retóricas, sin que esté muy clavado en el lado teórico. Sí, encuentro muchos paralelos, por ejemplo: en algunas fuentes que yo he hecho comoPresidencia o Mexica he buscado conscientemente que las formas de las letras salgan de las forma de las pirámides, la “A” de Presidencia está sacada de la estructura  que tienen las pirámides de Teotihuacán. Sin que yo lo busque hay metáforas: la “A” de Aztlán es una metáfora de las pirámides precolombinas. Por otro lado, algo que me gusta mucho, sobre todo en fuentes caligráficas, es hacer un rasgo sin acabar, dejarlo incompleto para que la persona que lo ve o lo lee lo complete mentalmente; eso es algo que hago mucho en caligrafía. Cuando no haces una “S” completa y el ojo termina la forma, por ejemplo, estás invocando la figura retórica de la elipsis, donde no dices algo para que la mente del que lo ve complete la idea. Si le buscamos si hay muchas maneras de encontrar figuras retóricas en la tipografía, yo no lo hago de forma consciente.

¿Qué opinión tienes del diseño tipográfico que actualmente hay en México?

Muy bueno,  hay de todo, ahorita es muy buen momento, hay gente como Cristóbal Henestrosa, Erick Castellanos, Oscar Yáñez; hay varios diseñadores de letras y tipógrafos muy buenos que están realizando un  buen trabajo de muy buena calidad, y se está viendo mucho, por ejemplo, la nueva fuente de Librerías Gandhi, la que se hizo para la Editorial Fondo de Cultura Económica. Hay varias que han ganado premios internacionales y que se están empezando a distribuir en México y en otros lados.

Hay una actividad tipográfica muy interesante, antes no había tanta porque no estaba la tecnología. Esto viene desde la computadora, que puedes usarla como lo que antes era una imprenta; antes tenías que tener tus fuentes de metal, que eran caras, sólo se hacían en Inglaterra o en Alemania o en Estados Unidos; era muy difícil que un diseño mexicano se usará así.

¿Cómo surgió tu interés en la ilustración?

Fue un interés y vocación tardía, cuando yo egresé de la carrera yo ya trabajaba y me estaba dedicando principalmente al diseño de logotipos, diseño editorial, folletería, etcétera, luego empecé a hacer revistas como Switch, de música rock, y El Inversionista,de negocios y finanzas; en esas revistas empecé a contactar ilustradores y a trabajar con gente como Manuel MonroyCésar Evangelista (que ahora es Mr. Kone)Patricio Betteo, Luis San Vicente y empecé a meterme más en su  mundo. Vi que era una carrera ligada al diseño, pero es casi una carrera independiente. En algunos momentos empecé a tener proyectos de ilustración para las revistas y encargaba ilustraciones; en una o dos ocasiones me quedaron mal y la revista tenía que salir, entonces yo agarré mi lápiz y saqué algo para salir del paso, entonces me di cuenta que gustaba lo que  hacía, no dibujaba mucho, pero me gustaba. A raíz de eso me dediqué a hacer viñetas para mis proyectos de diseño editorial, luego me salieron clientes de publicidad, algunos ilustradores me ayudaron, llegó un  momento en que si yo lo puedo hacer, yo gano más. Poco a poco me fui involucrando hasta que me di cuenta que tenía mucho trabajo de ilustración y entonces empecé a conocer más técnicas: primero hacía dibujo a lápiz y en vectores y luego me metí mucho más a Photoshop, empecé a trabajar con acuarelas, gouache, acrílicos, técnicas más serias y tradicionales y otras mucho más digitales.

Combino las técnicas tradicionales con las digitales, utilizo mucho lápiz o tinta, carbón, técnicas tradicionales con las que dibujo en blanco y negro,  luego meto digitalmente el color en Photoshop, como los fondos; de vez en cuando trabajo con Photoshop o con acrílicos , pero no muy seguido por el tipo de entregas que por lo general urgen; las técnicas muy tradicionales tardan en secar, si hay una corrección te lleva más tiempo. Lo que trato de hacer en combinar lo tradicional con lo digital, porque lo digital te da más velocidad, sobre todo Photoshop.

¿Qué aspectos discursivos valoras en una ilustración?

Tengo dos áreas donde he trabajado la ilustración, una es la ilustración publicitaria, que es algo muy específico. He hecho diseños para Camel y para Corona: tienes un brief de un creativo de la agencia, el concepto es “tal” y necesitamos una ilustración de unos japoneses tomando cerveza; entonces yo ejecuto la ilustración que me dan dependiendo del brief,  por ejemplo en uno de Camel con el tema de laberintos,  yo propuse ilusiones ópticas, entonces no hay mucho discurso porque estás ejecutando el brief que te dio una agencia.

La otra área es la ilustración editorial, donde se ilustra un libro o la portada de un libro. Ahí lo que hago es leer el libro e ilustrarlo, pero hay ilustradores que te dicen que lo que tienes que ilustrar es el texto, por ejemplo, si en el texto dice: la niña Alicia corrió por el campo detrás del conejo, entonces tienes que ilustrar exactamente ese  retrato de Alicia correteando un conejo. Ésa es una forma muy lineal, simplemente estás traduciendo imagen con el texto y eso a mí no me gusta, creo que la ilustración puede complementar el texto, murmurar el texto, criticar al texto, ampliar el texto, contradecir el texto. El texto y la ilustración no tienen que ser paralelos; a mí me gusta que haya sorpresas. Hay ilustradores que hacen eso, por ejemplo, los ilustradores rusos Olga Dugina y Andrej Dugin  ilustraron un cuento para niños que se llama El sastrecillo valiente, en ese cuento hay un sastrecito que mata de un golpe siete moscas (así empieza el cuento) pero en la ilustración cuentas 18 moscas, en el texto te está diciendo que mató siete moscas, pero en la ilustración ves muchas más moscas, entonces eso te da mayor valor que si el ilustrador hubiera hecho nada más lo que dice exactamente el texto, te da más misterio, historias que no han sido contadas, ¿Qué pasó con las otras 11 moscas? A mí me gusta ese tipo de discurso en el que en la ilustración no corre en paralelo al texto sino que te da otras cosas, misterio o nada más te insinúa, por ejemplo, en lugar de sólo dibujar a Alicia dibujas su sombra, entonces obligas al lector a deducir que esa sombra es Alicia, pero no le pones a Alicia tal cual. Hay muchos trucos que son muy padres  y que hacen que la persona se clave mucho más y que disfrute más la lectura, que cuando sólo se está traduciendo lo escrito en la ilustración. Debe existir una relación entre el texto e ilustración, pero que también la ilustración dé ángulos nuevos que no trae el texto, es muy padre porque se hace un diálogo entre la imagen y el texto.

¿Qué bibliografía consideras que te ha ayudado en tu trayectoria profesional?

Los elementos del estilo tipográfico de Robert Bringhurst, ese libro es una biblia para la tipografía. Hay otro que es de un francés, Claude Mediavilla, se llama Calligraphie, es buenísimo, es mi libro de cabecera de caligrafía. Hay muchos libros de diseño muy buenos, pero no soy muy fan, en realidad cuando no estoy haciendo diseño me gusta mucho leer literatura, ensayos, poesía o libros ilustrados, pero no necesariamente de diseño. La verdad me han influido más los libros que no son de diseño que los que sí lo son. Los cuentos de Jorge Luis Borges me han dado ideas increíbles para ilustrar. A Italo Calvino, Las ciudades invisibles,  sería increíble ilustrarlo; muchos de los libros que más te inspiran o te influyen no son necesariamente de diseño. Soy muy variado en mis lecturas, me gusta leer libros de arqueología, de historia, novelas, cada quien tiene sus preferencias, habrá muchas  personas que les gusta la literatura latinoamericana, y sí me gusta mucho Juan Rulfo, Julio Cortázar, Borges, pero no soy muy fan de García Márquez. En cambio me gusta mucho la literatura en inglés, de terror, me gusta leer mucho  Black Hole o Kipling, leo mucha poesía de Miguel Hernández o César Vallejo. Tengo libros de caligrafía china y de caligrafía árabe (me han influido mucho), he aprendido de diseño con ellos, he estudiado un poco de idiomas como chino o árabe para comprenderlos.

¿Cuáles son los sitios de internet que consideras de utilidad para la formación del diseñador y/o tipógrafo?

Typografica.org es una gaceta por internet de tipografía muy buena.

En el sitio unostiposduros.com vienen muchos links, artículos y recursos de tipografía.

ATypI (www.atypi.org/) tiene muchos links y te llevan a sitios muy interesantes de tipografía.

Type Directors Club de Nueva York (www.tdc.org) hay gacetas y bases de datos de blogs sobre tipografía.

De tipografía hay mucho material en internet

De caligrafía también hay muchos, se usan mucho las asociaciones de calígrafos: Asociación de Calígrafos de Washington, Berlín, Londres, por ejemplo, donde encuentras sitios, exhibiciones, tutoriales y cursos.

The Washington Calligraphers Guild (www.calligraphersguild.org)

Calligraphy & Lettering Arts Society (www.clas.co.uk)

Lo que me llama la atención es algo muy curioso: los tipógrafos no se relacionan mucho con los calígrafos ni los calígrafos con los tipógrafos, hay como un pique profesional, no hay muchos calígrafos-tipógrafos; hay gente como Hermann Zapf o Rudolf Koch. Generalmente los tipógrafos no hacen caligrafía y los calígrafos no hacen tipografía.

Soy de los pocos que hacen tipografía y caligrafía, aunque si me preguntan yo me considero ahora más calígrafo que tipógrafo. La tipografía es más mecánica, tienes que hacer cosas que no son muy creativas como programar el espaciado, ciertos golpes y combinaciones. Es un trabajo más de programador que de creativo, en cambio en la caligrafía es creativa todo el tiempo, cada rasgo es nuevo.

¿Qué otras herramientas (además de bibliografía y sitios web) te han servido como inspiración?

Un poco de todo, hace unos años estuve tomando cursos de caligrafía japonesa con el maestro Higama, un maestro japonés que vive en México, aunque es una caligrafía muy diferente de la occidental me sirvió demasiado, me dio mucha seguridad a nivel de mano, ha sido una herramienta que ha cambiado mi vida y ha influido mucho en mi trabajo.

En México hubo una tradición de hacer caligrafía en códices mixtecos, náhuatls, mayas. Muchas de mis ideas para letras, logos e ilustraciones han venido de estudiar los códices, es una herramienta que me ha ayudado mucho.

En mi estudio tengo una copia del Códice Nuttall y del Códice Dresde, los veo y me sirven como inspiración para clientes que quieren diseño “mexicanos”.

Herramientas como Ilustrator, Photoshop, etcétera, pero sigo trabajando mucho con plumilla, a veces con pluma de ave. Trabajo mucho con pinceles, si hablamos de herramientas como tal, y herramientas que no son de caligrafía: hago caligrafía con jeringas, pedacitos de cartón, te dan formas texturas y rasgos muy interesantes. La verdad se puede hacer caligrafía casi con cualquier cosa y son herramientas que están ahí para que uno experimente.

La música me ha servido mucho para inspirarme en cosas de diseño, hay ideas de color y composición que te da la música. Hay muchas herramientas, disciplinas y objetos en los que te puedes inspirar.

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